El arte de pensar y colaborar en red

Un talento imprescindible para los nuevos escenarios

Por Dra. Sonia Abadi (*)

Hoy la conectividad, la asociatividad, la capacidad de integrar conocimientos diversos estángestando una revolución en la forma en que pensamos y nos relacionamos, generando nuevos riesgos, nuevos desafíos y nuevos valores.

Desaparecen las fronteras y los modelos de pensamiento puramente lineales colapsan. Los nuevos descubrimientos científicos en el área de las neurociencias, la psicología del pensamiento y el comportamiento, y la dinámica de las redes vivas están dejando obsoletos los programas educativos, los modelos clásicos de motivación y liderazgo, y las formas tradicionales del management. Hace falta comenzar a pensar en red, y aquellos que tienen la responsabilidad de coordinar proyectos económicos y sociales no pueden prescindir de los saberes emergentes que están transformando nuestro modo de vivir y trabajar.

Pero lo notable es que existe una continuidad entre las redes neuronales, las redes del pensamiento, las de las organizaciones y las redes sociales. En un escenario en que la conectividad se ha transformado en un valor esencial, la gente más apta para formar redes y mantenerlas activas es aquella que desarrolla diversos talentos, intereses y experiencias, en áreas a veces muy alejadas de su profesión o actividad habitual. Estas personas aportan a las organizaciones la variedad de sus modelos mentales, suconectividad entre ideas de diferentes campos del conocimiento y también los lazos humanos que van creando en cada una de sus actividades.

Pero así como hay personas naturalmente dotadas para moverse con agilidad y eficienciaen las redes, esa potencialidad puede ser activada a través del entrenamiento.
La ciencia de las redes tiene su origen en las matemáticas, fue desarrollada por la física y se aplica en el estudio de grupos y sociedades, las campañas de marketing, las estrategias económicas, la epidemiología y la ecología.
Estamos intentando trabajar en red: ¿pero cómo? Creando redes artificiales a partir deintereses comunes y uniendo “nodos” intencionalmente a través de “links” programados con fines predeterminados.
Sin mbargo, todas las redes en las que se encuentran involucradas personas son redes vivas, dinámicas, versátiles y expansivas, en las que nos hallamos conectados de múltiples maneras. Estas redes están configuradas por lazos fuertes y débiles, formales e informales, intencionales y azarosos.

Los lazos formales y denominadores comunes generan orden y coordinación de esfuerzos, dan consistencia a la red. Los lazos informales y azarosos agregan densidad y dinamismo, capitalizando la diversidad y otorgándole flexibilidad y expansión.
En general, las personas que promueven la formación de redes laborales, comunitarias o sociales, poseen naturalmente mentes en red.
Pero a veces, en los intentos de organizar y consolidar proyectos e ideas, las redes se fosilizan, perdiendo agilidad y capacidad de expansión. Se hacen jerárquicas o se transforman en círculos cerrados.

Pensamiento en Red es un modelo que integra avances recientes de la psicología, las neurociencias, la nueva comunicación y la ciencia de las redes. Este modelo investiga la aplicación de la ciencia de las redes a la comprensión del pensamiento individual y colectivo y, a la capacidad de generar redes humanas activas y productivas. Busca desarrollar mentes en red y organizaciones que operen como redes vivas. De este modo se activan la creatividad, la colaboración creativa, la innovación, los liderazgos inspirados e inspiradores y el desarrollo sostenible.

En este nuevo escenario, pensar y trabajar en red ya no es sólo una opción sino una necesidad vital para ser protagonistas y no víctimas de los grandes cambios.
Pensamiento en red es una herramienta para promover procesos mentales conectivos y creativos y construcción de vínculos.
La ciencia de las redes pone en valor el poder multiplicador de la comunicación boca a boca potenciándolo a través de los recursos de red (tecnología, redes sociales) para obtener el efecto epidemia.

Las redes vivas son descentralizadas, por lo tanto el cambio puede comenzar en cualquier punto. Además en un mundo en red no hay organizaciones chicas, medianas o grandes sino menos o más conectadas.
Seguimos con la idea de que si compartimos conocimientos y conexiónes perderemos poder. En el mundo en red cuanto más aportamos al espacio común más ganamos en posicionarnos como hubs, el nombre que se les da en la ciencia de las red esa esos nodos atractivos por donde pasan más cosas y con las que todos quieren conectarse: talentos, clientes, proveedores, competencia, posibles aliados.

Nos interesa compartir la información para hacer crecer los proyectos, enseñar para tener aliados más preparados, colaborar en los planes de los otros para que acompañen en calidad a los nuestros. Nos importa ser más empáticos, porque sabemos que conocer mejor al otro ayuda a tejer la Red.

Cuando pensamos en red nuestra conectividad se expande hacia el equipo de trabajo, conectando la propia creatividad con la de los demás. Rápidamente se difunde a la organización, que se vuelve más innovadora y permeable al intercambio con el entorno. Se genera una ecología de los recursos humanos con un desarrollo sostenido e inagotable.

(*) Sonia Abadi es médica, psicoanalista, investigadora en modelos de pensamiento y creadora del modelo de Pensamiento en Red.