Junto con dos socios, en 2014 creó la aplicación Lookea que se especializa en la venta online de indumentaria y hoy trabaja con 40 marcas
La varita mágica de la moda existe y la inventaron los creadores de Lookea. No puede convertir un zapallo en carroza, pero sí lograr que el usuario sepa dónde adquirir, en la Argentina, el objeto que recuadró en una foto: desde carteras, camisas y un par de zapatos hasta un limpiador facial o una planchita para el pelo.
Todo empezó en 2014, cuando Carlos estaba por viajar a visitar a su hermano que vive en Estados Unidos. «Entré al cuarto y encontré a mi mujer comprando ropa por Internet para mandarla a la casa de mi hermano y tenerla ahí cuando llegáramos. Le pregunté si hacía lo mismo acá y me dijo que no, porque estéticamente las cosas no se mostraban de la misma manera y no había muchas marcas que tuvieran e-commerce. Fue cuando pensé: ¿acepta comprarse ropa sin probarla? Acá hay algo», recuerda.
En ese tiempo, Carlos estaba terminando un MBA en el IAE y tenía que presentar un proyecto de fin de cursada. Entonces se le ocurrió estudiar el mercado del comercio electrónico argentino. «Al analizar los números me di cuenta de que había una oportunidad grande. Yo no era del palo, venía de trabajar en Techint, Pescarmona, en análisis de negocios, pero de otro rubro, y pensé que tenía que testearlo con alguien que supiera de moda. La persona era Andy (Mentasti), la mejor amiga de mi mujer y la fashonista del grupo, que inmediatamente se copó con la idea. Decidimos hacer una comunidad de mujeres interesadas en la moda, con fotos inspiradoras, pero donde lo que veas, lo puedas comprar. Una suerte de Instagram de la moda», relata Carlos.
Apenas empezaron a trabajar se dieron cuenta de que la pata tecnológica era una pieza clave y ahí fue cuando surgió el nombre de Andrés Arslanian, el hermano del mejor amigo de Carlos, que por esos días estaba terminando en Harvard un máster en ingeniería en software. «Según nuestros números, el e-commerce de moda en la Argentina explotaría. Y fue lo que efectivamente pasó», explica Carlos.
¿Cómo monetizaron la idea? «Tenemos dos modelos de cobranza: CPC o CPA (costo por clic o por adquisición). El CPA es como una comisión y el CPC es un precio por clic, por cada persona que mandamos al e-commerce de la marca. Nuestro valor agregado es mandar tráfico calificado al e-commerce de las marcas. El tráfico de Lookea tiene una tasa de conversión de entre 3 y 5%, cuando la media es de 1%», detalla Andrea.
Hoy la empresa tiene más de 40 clientes (Vitamina, Kosiuko, Lee, Paula Cahen D’Anvers, entre otros). El ticket promedio es de $ 1800, se concretan alrededor de 50 ventas diarias y tienen 70.000 visitas mensuales.
fuente: La Nación
