El joven de Pompeya que usó la tecnología para ayudar

Gino Tubaro hace prótesis de manos para chicos. Ganó un concurso para financiar su idea.

En la Argentina hay un nombre que se asocia al uso de impresoras 3D con fines sociales. Es el de Gino Tubaro, un joven de Pompeya que recurrió a esa tecnología para fabricar manos mecánicas para chicos amputados. Hace dos años, sus prótesis lo hicieron ganador del concurso «Una idea para cambiar el mundo», impulsado por el canal History Channel. Hoy sus diseños y modelos son replicados por cientos de voluntarios de distintas geografías, multiplicando la entrega de prótesis para familias que las necesitan.

Tubaro mostró que la tecnología que se consolidaba como el esquema de producción del futuro podía utilizarse para fines médicos. Es que las impresoras 3D ofrecen la creación de formas complejas, estructuras internas, productos a medida y series cortas de producción. Ventajas a las que él apeló cuando aún no tenía 20 años.

La revolución de las impresoras 3D repercute en distintas industrias, en especial la clínica. Con ella ya se construyeron réplicas de órganos humanos, injertos de piel y modelos anatómicos para el entrenamiento de estudiantes de medicina. Los alcances son ilimitados. Tanto, que en febrero un grupo de alumnos y un cirujano del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro extirparon un tumor a una paciente sin remover el pulmón. En base a imágenes de tomografía imprimieron el bronquio y el tumor de la paciente. Así conocieron al detalle la estructura del pulmón, cambiaron la estrategia quirúrgica y pudieron salvar el órgano.