Fabrica bicicletas eléctricas en su taller de Vicente López y factura $1,2 millones

Mas hipster que la palta, las bicis eléctricas son un furor entre los millennials que quieren transportarse al trabajo de una manera sustentable, rápida y más económica que con un auto o moto propias.

Alejandro Stern (32 años) es el emprendedor detrás de la firma Frank e-bikes que produce y comercializa este nuevo medio de transporte. Su historia es la de todos aquéllos que descubren una necesidad cuando la viven en carne propia. Trabajaba en el edificio conocido como «el rulero» y, cansado del costo y el tiempo perdido en el auto, buscaba una manera de ir a la oficina y moverse por la ciudad con una propuesta más ecológica.

Junto a Luis Bertenasco, un conocido que trabajaba en el mismo edificio, armaron la primera bici con motor para uso personal. Hoy son socios en la empresa. Como los mejores emprendimientos, la primera bicicleta la armaron en el garage de su casa.

Eso que arrancó como un hobby, hace tres años, hoy es Frank e-bikes, y tiene lista de espera de dos semanas para entregar las bicis que realizan a medida. Entregan una por día, y en lo que va del año facturaron 1,2 millones de pesos.

«Como ingeniero, quería hacer un aporte con impacto social. La mayoría de las posibilidades eran de trabajos mecánicos que no me llenaban del todo», dijo Stern a LA NACION.

La segunda bicicleta fue para un amigo que se enamoró de la solución. Cuando tuvo cuatro bicis pedidas, renunció a su trabajo para empezar a desarrollar su propio negocio.

Hoy arma las bicicletas desde su taller en Vicente López , y el 80% de las piezas son nacionales.

En cuanto al futuro del transporte eléctrico, si bien la marca, Tesla de Elon Musk, captura la mayoría de los titulares, parecería que llega en dos ruedas. Según el informe de Navigant Research, en el 2017 se vendieron 35 millones de bicicletas eléctricas o «e-bikes», como se las conoce en inglés. Son especialmente populares en Asia, donde 200 millones circulan por las calles. También Harley-Davidson se sumó a esta tendencia y, según Bloomberg, tendrá su primer modelo listo a mediados de 2019.

El nombre de la empresa está inspirado en Frank Sinatra, porque recupera la identidad de una bicicleta señorial y lo combina con la última tecnología. «Empezamos a pensar en una solución más estética porque era la primera era muy rústica. Era una bicicleta con un motor eléctrico con un banco de baterías. Resultó útil, pero era un armatoste», comentó con una sonrisa escondida. La marca ofrece cinco modelos distintos, que van desde los $24.900 a $38.000, dependiendo de las características técnicas y la autonomía de la bicicleta, que van desde 20 hasta 100 kilómetros.

«Nuestro principal distintivo son las cubiertas macizas sin aire, que replican una cubierta común, pero no se pinchan ni se desinflan, ya que tienen un polímero que replica la presión del aire», explicó con el mejor tono de ingeniero y agregó que también tiene frenos hidráulicos.

Las bicicletas están hechas para cada persona, teniendo en cuenta las medidas corporales, el uso que le va a dar, la cantidad de kilómetros que realiza y el presupuesto del cliente. «La mayoría de la gente que la usa para trabajar en promedio hace 40 kilómetros por día, y evitan llegar transpirados. Y, si alguien quiere, puede apagar el motor y usarla como una bicicleta común. Tiene una batería extraíble que en una hora y media se recarga por completo», comentó el emprendedor.

Sin la necesidad de cargar combustible, ni pagar patentes ya que no es un bien registrable, ni multas, el ahorro comparado con un auto o una moto es significativo.

Las bicicletas se venden por Internet desde su propia página web a todo el país y recién ahora están desarrollando distribuidores.

«Dentro del rubro de las bicicletas, las eléctricas es el sector que más crece en todo el mundo. En España el crecimiento triplica a la venta de las bicis comunes, y el gobierno de Madrid y Barcelona da un subsidio de 400 euros para que la gente las compre, para descongestionar las calles y reducir la contaminación», remarcó el emprendedor.

Bicicletas para ellas

Los emprendedores detectaron que un rubro con potencial era el mercado femenino si se tenían en cuenta las diferencias de género. «Sacamos un modelo de mujer que tiene el cuadro apuntando hacia abajo, se maneja con una postura más recta que es mucho más cómodo para ellas», resumió Stern.

 

 

FUENTE: LA NACION