Gustavo Beliz habló desde el Vaticano y pidió «nunca más» deudas insostenibles

«Nunca más» deudas públicas insostenibles ni en la Argentina ni en América Latina. Ese fue el grito que lanzó hoy el secretario de Asuntos Estratégicos del Gobierno, Gustavo Beliz, quien en el seminario sobre «Nuevas Formas Fraternidad Solidaria», organizado por la Academia Pontificia de Ciencias Sociales en el Vaticano (PACS), destacó la necesidad de elaborar prioridades estratégicas para manejar las deudas públicas y condenó la «maldición» de la especulación financiera.

«Los libres movimientos de capitales de corto plazo son como los falsos profetas, que vienen con piel de cordero pero por adentro son como lobos rapaces. En la Argentina queremos ir más allá de esta situación utilizando herramientas que nos aseguren que nunca más tomemos deudas insostenibles. Nunca más», aseguró el exministro de Justicia. «Queremos hacerlo a través de las instituciones democráticas que tutelen la regla de la ley, la transparencia y la responsabilidad, a través de un Consejo Económico y Social multisectorial y un esfuerzo conjunto entre Presidencia y el Parlamento», detalló. «El objetivo de esta iniciativa es establecer prioridades claras y entender su racionalidad», indicó.

Beliz, quien estuvo en Israel así como en la primera parte de la gira europea del Presidente para cosechar respaldo para la renegociación de la deuda, fue uno de los primeros oradores de este encuentro, que por primera vez reunió a economistas de renombre de todo el mundo, entre los cuales los protagonistas de la crisis de deuda que vive la Argentina, el ministro de Economía, Martín Guzmán y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.

El secretario de Asuntos Estratégicos del Gobierno, quien anoche también estuvo en la «productiva» cena que mantuvieron Guzmán y Georgieva, arrancó su ponencia, en la que citó varias veces al Papa, destacando la necesidad de convertir a la década de 2020 en una de «inclusión, innovación e integración». Luego de recordar que en octubre pasado estuvo en otro foro en la PACS en el que habló de los peligros del «calentamiento global tecnológico», el exministro de Justicia advirtió sobre otra amenaza: la del «enfriamiento global de las ideas». «Es una especie de estanflación conceptual: las mismas viejas recetas que usamos en las últimas décadas se volvieron burbujas sobreinfladas, pero el daño que están causando a la economía real pasan desapercibidos», señaló.

Beliz aseguró que América Latina «es la prueba viviente de que la teoría económica del efecto derrame no funcionó». «Pero tampoco la teoría democrática del derrame funcionó», advirtió al subrayar que en la región los procesos democráticos son cada vez más percibidos como mecanismos que enriquecen a las élites pero que empobrecen a los ciudadanos de a pie.

«En los últimos cinco años seguí estas percepciones de cerca desde mi posición en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde medíamos sistemáticamente la opinión pública en América Latina a través de más de 60 mil encuestas», contó. Aseguró así que el apoyo a las democracias está decayendo: ocho de cada diez latinoamericanos creen que el gobierno está en manos de pocos que no están trabajando por el bien común. Una sensación alimentada por una injusta distribución de los beneficios de la globalización.

En este marco, Beliz llamó a «reinventar nuestras democracias» en términos más inclusivos, teniendo en cuenta una huella ecológica y otra social. Y la paradoja de que en América Latina mientras el 78% tiene un teléfono móvil, sólo el 60% tiene un acceso continuo a algo tan fundamental como el agua potable, algo que comparó con las nuevas formas de esclavitud de las que habla el Papa.

Después de plantear que «nunca más» se tomen deudas insostenibles, el funcionario -candidato para presidir el BID- advirtió de la necesidad de ser «innovativos, creativos y pragmáticos». «Todas las teorías son legítimas, pero ninguna importa. Lo que importa es qué hacemos con ellas», dijo, citando a Jorge Luis Borges.

«Tecnodiplomacia»
Propuso, en este marco, lograr una «tecnodiplomacia», es decir, una nueva generación de acuerdos comerciales entre países y organismos multilaterales que mejoren la integración en torno a energía, transporte, igualdad de género, tráfico de datos y calidad de empleo.

«La nueva plataforma económica necesita un nuevo esquema digital de impuestos que redistribuya los dividendos digitales. El problema no es el auge de robots, sino la falta de verdadera justicia social tecnológica», señaló Beliz, quien recordó que el FMI calculó que el flujo de capitales hacia conocidos paraísos fiscales es equivalente a 15 trillones de dólares anuales, algo que representa el 40% de la inversión global y que es equivalente a los PBI combinados de China y Alemania.

«Estos paraísos fiscales crean ‘infiernos sociales'», denunció Beliz. » La mejor forma de combatir la estanflación conceptual es pragmatismo. Pero pragmatismo sin valores es poco más que la ley de la jungla. Necesitamos innovación para lograr inclusión en lugar de alimentar codicia. La inteligencia artificial es incompatible con la ética artificial. Una economía sostenible es incompatible con la corrupción o con ausencia de valores», aseguró, y enseguida añadió que para una transformación realmente profunda, es urgente una reeducación de políticos y economistas.

Beliz concluyó su aplaudido discurso volviendo a plantear la necesidad de encontrar un una forma de superar la división entre finanzas saludables y solidaridad social y recordando palabras del presidente estadounidense Franklin Rossevelt en la inauguración de la Conferencia de Bretton Woods, en julio de 1944, que abrió la puerta al multilateralismo. «Depende de nosotros renovar y restaurar el espíritu de amistad. Forjar algo realmente nuevo a menudo implica recordar lo que olvidamos».