Algunos dejaron el país y otros critican las políticas económicas.
Chen Tianyong, un promotor inmobiliario chino en Shanghai, abordó un vuelo a Malta en enero sin planes para regresar en el futuro cercano.
Tras aterrizar, Chen, quien anteriormente fue juez y abogado, compartió en las redes sociales un artículo de 28 páginas explicando sus acciones. “Por qué dejé China”, decía el encabezado, “La advertencia de despedida de un emprendedor”.
“La economía de China es como un barco gigantesco que se encamina al precipicio”, escribió Chen. “Sin cambios fundamentales, es inevitable que el barco naufrage y los pasajeros mueran”.
“Amigos míos, si pueden irse, por favor organicen su viaje lo más pronto posible”, exhortó.
No está claro cuánta gente vio el artículo antes de que desapareciera de la altamente censurada Internet de China. Pero Chen dijo en público lo que muchos empresarios en China dicen en privado: los líderes chinos gestionaron mal a la segunda economía más grande del mundo, y la clase emprendedora está perdiendo la confianza en el futuro de su país.
Durante más de una generación, China sostuvo con optimismo que, pese a sus problemas, mañana sería mejor que hoy. Ahora, la opinión predominante es resumida por un meme online popularizado por Wang Xing, fundador y director ejecutivo de Meituan Dianping, una compañía digital de entrega de comidas a domicilio. El año 2019, dice el meme, tal vez sea el peor año de esta década, pero será el mejor año de la próxima década.
La economía de China está en proceso de desacelerarse y la guerra comercial con Estados Unidos ha afectado su crecimiento. Pero a muchos emprendedores les preocupa de forma más general que China no emprenda la liberalización económica y política que necesita. Al contrario, desde que Xi Jinping asumió el control del Partido Comunista en 2012, el partido incrementó su dominio en todos los aspectos de la sociedad china.
Pocos pronostican un desplome, pero crecen las preocupaciones por las perspectivas de China a largo plazo. De hecho, el pesimismo es tan alto que algunos empresarios comparan el futuro potencial de China con otro país donde el gobierno se apoderó del control de la economía y no cedió: Venezuela.
“China enfrenta hoy muchos desafíos internos y externos”, dijo Fred Hu, fundador de la firma de inversiones Primavera Capital Group. “Necesitamos darnos cuenta de que todos nuestros logros en los últimos 40 años fueron resultado de abrirnos y de la reforma económica, no debido a algún modelo singular de desarrollo chino”.
En privado, algunos empresarios hablan con más enojo y temor. Pidieron el anonimato.
“La causa más importante de su pesimismo es malas políticas y mal liderazgo”, dijo Minxin Pei, profesor en Claremont McKenna College, en California. “Este no es un gobierno que respete la ley. Puede cambiar en un instante”.
Muchos miembros de la elite empresarial no están contentos de que las políticas económicas del liderazgo favorezcan a las empresas paraestatales aún cuando el sector privado impulsa el crecimiento. Les enoja que el partido intente poner una camisa de fuerza ideológica de la era Mao a una economía impulsada por empresas privadas y consumidores jóvenes. Les molestó que el partido eliminara el año pasado los límites a los mandatos presidenciales, lo que despierta la posibilidad de que Xi Jinping pueda convertirse en presidente de por vida.
Los empresarios se sienten cada vez más inseguros, sobre todo desde que algunos emprendedores fueran “desaparecidos” por el gobierno para ayudar en las campañas anticorrupción.
Xi Jinping parece estar consciente del malestar. Beijing ha aplazado nuevas reglas que elevarían los impuestos a empresas para pagar prestaciones sociales y ha relajado sus políticas monetarias y fiscales.
Aún así, las prioridades del partido parecen ser otras. En su discurso de diciembre para conmemorar 40 años de la apertura de China, Xi Jinping argumentó que su receta de crecimiento guiado bajo un firme control del Partido Comunista no debe titubear.
En otro discurso a funcionarios de alto nivel del partido en enero, Xi Jinping identificó siete riesgos importantes para la seguridad nacional, con política e ideología encabezando la lista, e hizo un llamado para un control más estricto de los jóvenes e Internet.
Algunos ejecutivos desilusionados dijeron que un control más estricto del gobierno significará que más burócratas tengan voz y voto en cuestiones empresariales, y la corrupción simplemente adquirirá formas diferentes.
¿Puede detenerse? Algunos empresarios se muestran pesimistas. Chen dice que la solución es irse.
Es imposible saber cuánta gente está de acuerdo.
Pero el número de chinos que se mudan a Estados Unidos con visas de inversionistas se disparó en años recientes. De un millón de estudiantes extranjeros en EE.UU., un tercio provienen de China.
Chen, ahora de 53 años, decidió a principios de 2013 que debía comenzar a buscar lugares fuera de China continental. El detonador fue una directriz del partido, ampliamente difundida, que exhortaba a una ofensiva contra ideas y valores políticos liberales. “Fue una señal muy aterradora”, dijo.
Primero aseguró su estatus de residente permanente en Hong Kong, una región administrativa especial de China. Pero las preocupaciones sobre su autonomía han crecido desde que Beijing respondiera ferozmente a protestas a favor de la democracia en ese país en 2014.
Chen dijo que decidió mudarse a Malta debido a que era cálido, hermoso y miembro de la Unión Europea, lo que significaba que iba a poder viajar a otros países en el bloque.
Para la clase emprendedora, dijo, abandonar China es la mejor forma de resistirse al dominio comunista. Pueden regresar cuando las circunstancias cambien, dijo Chen, como hicieron muchos chinos que estaban en el extranjero en los 80 y 90.
Chen todavía tiene algunos negocios en China, pero no necesita atenderlos en persona.
Dijo que sólo quería encontrar un lugar a salvo para su familia para protegerse contra el peor de los casos, que él cree que se materializará a menos de que ocurra un milagro.
“No anticipé que mi artículo circularía tan ampliamente”, dijo Chen. “Por el momento, tal vez lo mejor sea mantenerme lejos de China”.