Los parques industriales en México como detonadores de crecimiento

Los parques industriales en México surgen a partir de una nueva demanda de ocupación de espacios industriales en la frontera con Estados Unidos, impulsada principalmente por el surgimiento del programa maquilador en los 60. Como una política pública del gobierno mexicano para generar empleos, el programa maquilador se basó en el otorgamiento de incentivos fiscales y facilidades aduaneras, para atraer empresas de manufactura de origen extranjero, intensivas en mano de obra. Desde entonces, los parques industriales han evolucionado hasta convertirse en desarrollos inmobiliarios de clase mundial, al ir más allá del arrendamiento de edificios industriales, al contar con servicios de valor agregado.

En aquella época, las empresas internacionales buscaban terrenos en venta, para construir sus propias plantas. Con el surgimiento de la globalización, la competencia en los mercados se hizo más intensa, impactando a la baja, los márgenes de utilidad. Fue entonces cuando el mercado dio un radical giro hacia el arrendamiento. Las empresas ya no querían asumir el riesgo inmobiliario, prefiriendo la renta de los inmuebles. Esta nueva tendencia empujó a los desarrolladores a buscar nuevas alternativas de financiamiento, para acompañar las grandes inversiones de empresas globales. Fue entonces cuando aparecen los fondos de inversión, como nuevos jugadores en el mercado inmobiliario industrial en México.

Hoy en día, los parques industriales en México son parte de la infraestructura estratégica del país para atraer inversión extranjera directa, ya que sin parques, difícilmente aterrizan las empresas. Se han convertido entonces, en una determinante. Pero su competitividad no es aislada; más bien es un complemento a otras condiciones del ambiente, que deben existir para que un estado o una región sea atractiva para la inversión. Nos referimos principalmente a la conectividad, a la disponibilidad de talento y factibilidad de servicios básicos, costos de producción, proveeduría, estabilidad social y facilidad en los trámites y permisos, entre otros aspectos, además de las ventajas propias del país, como la ubicación geográfica y la red de tratados de libre comercio con 43 países.

 

FUENTE: FORBES MEXICO