Samsung planea vender celulares de alta gama usados y reacondicionados a partir del año próximo. De este modo, busca maximizar sus ganancias y sostener sus márgenes operativos por encima del 10 por ciento.
Todavía no hay un comunicada oficial. Esta iniciativa fue difundida por Reuters, que tuvo acceso a esta información por medio de una fuente cercana a la empresa surcoreana.
En el marco de este programa, se venderían sólo aquellos teléfonos de alta gama (como el Samsung Galaxy 7 o Samsung Galaxy Note 7) que hayan sido devueltos por usuarios que estén inscriptos en programas de actualización anual de sus equipos en Estados Unidos y Corea del Sur.
La fuente no reveló de qué manera serán reacondicionados los smartphones, pero por lo general, se suelen cambiar la batería y la carcasa.
Si bien no se difundió a qué precio se venderían, se estima que podría ser un 51% menos del valor de los modelos nuevos. Este es el monto al que se los suele ofrecer en el mercado de usados en Estados Unidos, según BNP Paribas.
Esta estrategia de Samsung le permitiría poner un tope al avance de los fabricantes chinos que ofrecen productos más económicos y, por ende, van sumando cada vez más adeptos.
También sería una buena forma de mejorar su posición en India, donde los usuarios optan, en gran medida, por celulares usados o bien modelos de gama media o baja. En ese país, en promedio, se gasta 90 dólares por equipo, mientras que los de alta gama superan los 800 dólares.
También es cierto que, a nivel mundial, los smartphones usados representan un 8% del total de las ventas, y se alcanzó los 17 mil millones de dólares en lo que va del año, según un informe de Deloitte.
Se espera que esta cifra incremente dado que no hay grandes cambios tecnológicos, por ahora, que justifiquen desembolsar sumas exorbitantes de dinero.El problema es que esto podría incidir negativamente en las ventas de los equipos nuevos.
«Algunos consumidores podrían preferir comprar modelos premium usados y reacondicionados en vez de smartphones nuevos, lo cual podría canibalizar las ventas de los equipos nuevos», remarcó Deloitte en su informe.