Se mudó a Miami y la rompe en los shoppings vendiendo la ropa que usaba Ricardo Fort: quién es

Con su local multimarca factura u$s 2 millones al año y planea abrir 3 tiendas más.

Francisco Cabbani se mudó a Miami con apenas 19 años. Unos años antes, la crisis del 2001 lo había llevado a su papá a exiliarse en esa ciudad y cuando terminó el secundario, comenzó a trabajar con él desde Buenos Aires, exportando ropa para el local que su padre había montado en el famoso Dolphin Mall, hasta que decidió instalarse definitivamente con él.

Comenzó como vendedor en la tienda y se hizo desde abajo cobrando el sueldo mínimo hasta que se transformó en le manager del negocio. El multimarca también tenía diseños propios y gran parte de su stock se importaba desde Argentina, donde compraban a primeras marcas como Kosiuko y Bensimon.

De 2005 a 2010, el 50 por ciento de las prendas las producíamos en Argentina, porque con la devaluación era muy competitivo. Con el paso del tiempo, Argentina dejó de ser competitivo y dejamos de producir allí. Ahora le compramos de compañías americanas que importan su colección de Asia y nosotros armamos nuestra colección propia», explica Cabbani.

Pero una vuelta del destino los trajo de nuevo al país, al menos por un tiempo. A fines de 2013, cuando les tocaba renovar contrato en el shopping, vieron cómo los alquileres habían sufrido un 100 por ciento de aumento debido al auge de marcas europeas que se estaban instalando en ese país.

Cabbani cerró el negocio y partió rumbo a Buenos Aires, para seguir trabajando en el rubro textil, importando sacos y camperas. Pero no contaba con los cambios de reglas de juego del país: «Cuando hice el pedido el dólar estaba en $16 y cuando lo recibí estaba en $ 45. Entendí que las reglas no eran claras: vendí todo y me volví a Miami. Había apostado fuerte, pero estaba acostumbrado a trabajar en Miami. Acá nadie te regala nada, tenés que arremangarte y trabajar fuerte de verdad, pero los resultados llegan», reflexiona.