Por qué algunos emprendedores triunfan y otros no

Por Nico Iglesias

Ser emprendedor no tiene nada que ver con “qué” haces. Si querés tener éxito sostenido y duradero a la hora de emprender sólo preocupate en saber realmente “por qué” vas a hacerlo. Hay una estadística mundial realizada por la empresa “Global Entrepreneurship Monitor” que demuestra que más del 80 por ciento de los emprendimientos que alguna vez comienzan, fracasan.

Yo me pregunto entonces: “¿Cómo puede ser que un ser humano en sus cabales elija poner su tiempo, su dinero, su energía de vida, su creatividad, su agenda de contactos y tantísimos otros recursos limitados para realizar algo que casi seguro va a fracasar?»

Después de haber emprendido durante muchos años de mi vida y actualmente dedicarme a trabajar con emprendedores desde el ámbito de la psicología y el coaching, la respuesta que para mi mejor define este dilema la encontré en el pensamiento del escritor alemán F. Nietzche: “Aquel que tiene un profundo “porqué” puede atravesar cualquier “cómo”».

No se trata del dinero. No se trata del podio ni del trofeo. No se trata de mostrarle a tus amigos nerds que te hacían bullying en la secundaria que lo lograste mientras ellos siguen atornillados a sus trabajos mediocres… O bueno… ¡Un poco de esto hay! Pero a lo que me refiero y lo más importante de todo es la conexión que tenés con lo que estás haciendo. El impulso de las tripas y del corazón que te dicen “lo voy a lograr”, “esto es lo que yo quiero hacer con mi vida”, “esto va a transformar, ayudar y servir a o enriquecer la vida de muchas personas”.

Habitualmente cuando le preguntamos a emprendedores porque emprenden se escuchan respuestas como “quiero ser dueño de mi propio tiempo”, “quiero demostrarme a mí mismo que puedo hacer mi sueño realidad”, “siento que con esta idea voy tener un gran impacto en la sociedad”.

Como ves, todas estas son respuestas que nacen en el mismo lugar: la emoción. Ni la matemática, ni las finanzas, ni las estadísticas, ni la economía. Por eso, y si esto que describo resuena en vos, dejame compartirte uno de mis mayores aprendizajes o “insights” en mi camino como emprendedor: “Que no te importe la llegada. Solo enfocate en conectar tu profundo “porque” y de disfrutar del camino”.

Emprender no es transformar una idea o un sueño en realidad. Emprender es elegir un estilo/formato de vida. Es decidir cómo querés vivir la vida: a qué hora te vas a despertar, en dónde vas a vivir, cuántos días de vacaciones al año vas a tener, cómo vas a lidiar con el riesgo, en dónde vas a invertir tus recursos (tiempo, dinero, energía), cómo te vas a auto-motivar cuando estés pinchado, etc. Y como consecuencia de todo esto lo que vas a terminar haciendo será transformar lo no tangible (tu idea, sueño, proyecto) en algo concreto que vas a llevar a la acción.

¿Por qué lo considero uno de mis mayores aprendizajes? Porque si “la zanahoria” de lograr eso que tu cabeza tanto quiere y fantasea te hace olvidar que tan solo se trata de una ilusión óptica estas frito! Si no te das cuenta rápidamente que cuando consigas “A” tu mente va a querer “B”, y que cuando tengas “B” tu cabeza va a ir atrás de “C” y así hasta el infinito, te vas a pasar la vida sin disfrutar de tu elección de ser emprendedor.

Ese sueño tan fantástico de vivir la vida siendo “tu propio jefe” o “transformando la vida de otros con tus ideas maravillosas” se habrá ido al inodoro por tu “Crazy Doing Monkey”, que lo único que quiere es lograr, lograr, lograr, te hizo olvidar lo que realmente importa en este juego: disfrutar del camino y soltar la idea fantasiosa de “la llegada”.

Yo sé que hay que pagar las cuentas, hay que devolver los préstamos de los inversores, hay que lidiar con la competencia, los mercados y las decisiones de los políticos de turno.

Pero definitivamente creo que no vale la pena entrar en esta desafiante y maravillosa forma de vivir la vida si no la vas a disfrutar. Y esa no sólo es tu responsabilidad personal sino tal vez la decisión más importante que todos los días de tu vida como emprendedor tendrás que tomar: Disfrutar, o no, de vivir tu vida emprendiendo.

fuente: Apertura.com