Alice Walton, la mujer más rica del mundo

Alice Walton, heredera del gigante de la distribución Walmart, se ha convertido en la mujer más rica del mundo este año. Quienes la conocen, la describen como una mujer austera. Pero la pregunta sería: ¿es técnicamente posible comportarse con sencillez con una fortuna estimada de 54.400 millones de dólares?

A sus 70 años de edad, la heredera del imperio Walmart y la novena fortuna del planeta en la lista de multimillonarios de Forbes, tiene como gastos más conocidos coleccionar obras de arte y criar caballos. Sin embargo, pese a su inmensa riqueza, su vida privada sigue siendo en buena parte desconocida.

Hija de Helen Robson, una aficionada al arte, y de Sam Walton, el fundador de la gran cadena Walmart, quienes acabarían casándose el 14 de febrero de 1943 tras conocerse en una bolera, Alice fue descrita por su padre como “la más parecida a mí, una rebelde, pero aún más volátil”.

Gustos y aficiones

A sus 70 años, colecciona obras de arte, le gusta criar caballos, y apoyó a Hillary Clinton a pesar de su familia republicana

Unos años antes de escalar al primer cajón del trono de las multimillonarias, Alice pasaba la mayor parte de su tiempo en Rocking W Ranch, en Millsap (Texas), un pequeño pueblo de 500 habitantes, donde criaba caballos de raza y cocinaba sus famosos frijoles rancheros con arroz. No obstante, en 2017 acabaría vendiendo sus 1.460 acres a un grupo de inversión, junto con su casa de 1.200 metros cuadrados, el granero y una gran extensión de terreno frente al río Brazos que podría haber pasado por un enorme campo de golf.

Antes de convertirse en la más rica del mundo, Alice Walton estudió administración de empresas en San Antonio hasta obtener en 1971 el título en economía y finanzas expedido por la Trinity University. En un primer momento, trabajó como compradora de ropa para niños en Walmart, la mayor cadena de tiendas minoristas de EE.UU., pero muy pronto decidió mudarse al barrio francés de Nueva Orléans para vivir entre edificios históricos de finales del siglo XVIII.

En 1974, con 24 años, se casó con un prominente banquero de inversiones en Luisiana, pero el enlace duró menos de tres años. Alice volvió a contraer nupcias un poco después con el contratista que le montó su piscina, pero se volvió a divorciar rápidamente y curó sus heridas ayudando a administrar las inversiones de la familia. Nunca tuvo hijos, pese a otorgar ese rango en ocasiones a sus caballos.

Alice Walton en una de sus escasas apariciones públicas, en 2016, para entregar unos premios de liderazgo

Alice Walton en una de sus escasas apariciones públicas, en 2016, para entregar unos premios de liderazgo (Sylvain Gaboury / Getty)

Alice, la más joven de los cuatro hijos que tuvieron Sam Walton y Helen Robson, creció en Bentonville, Arkansas (EE.UU.). La pequeña del clan Walmart pasó buena parte de su juventud alejada de los focos mediáticos, ajena a que acabaría convirtiéndose en la reina madre de la aristocracia empresarial. He aquí la semblanza que publicó de ella la revista The New Yorker en 2011: “Walton no tiene el aspecto de una matrona cara de Park Avenue: su cara está bronceada y curtida, y no muestra signos de haber sido sometida al bisturí del cirujano. Lleva el pelo gris acero recogido en un moño desordenado. Para ser una persona muy rica, vive con relativa modestia: la casa de su rancho en Texas, tiene una única planta (…) y cuando sus invitados la visitan, ella misma cocina la cena, aunque cuenta con ayuda para la limpieza”.

Por lo demás, Alice presume de saber el precio exacto de una lechuga por considerar que forma parte de cualquier negocio conocer el valor de las cosas, “para comprar la mejor lechuga que puedes al mejor precio posible”, según ha declarado más de una vez. Algo parecido opinaba su padre, Sam Walton: “controla tus gastos mejor que cualquiera de tus competidores. Es ahí donde puedes sacar ventaja”.

Fuente: La Vanguardia